
La hepatitis infecciosa canina es una enfermedad que aunque es poco común puede ser muy peligrosa para los perros y sobretodo para cachorros no vacunados.


Un síntoma de la hepatitis es la amigdalitis (enfermedad muy poco común en mascotas) por lo que su simple presencia ya es algo raro en mascotas.

El hígado aparece agrandado y doloroso a la palpación. El perro presenta los músculos del abdomen tensos y contraídos a causa del dolor.

A medida que la función del hígado se va alterando aparece ictericia y comienzan a sangrar las encías. Llegados a este punto, las mucosas adquieren un color pálido o amarillento (ictericia).

La vacunación oportuna es la mejor forma de prevenir la hepatitis infecciosa canina. Esta vacuna forma parte de los planes de vacunación de los cachorros por lo que es esencial cumplir con el calendario dispuesto, así como de la aplicación de los refuerzos si son necesarios.